jueves, 5 de septiembre de 2019

Cosmética Casera: Desodorante en crema con bicarbonato, ¿sí o no?



¡A las buenas, corazones! ¿Qué tal todo? Espero que muy bien. La vuelta al cole aquí a la esquina... el peque empieza ya la semana que viene porque ésta estamos de Feria en el pueblo. Ay mi pobre, qué mayor se me ha hecho ya.

Que empezara a hacer mis propios pinitos en el vasto y ancho mundo de la cosmética casera era cuestión de tiempo (y vaya si me he resistido, vaya que sí). Que naciera el peque no ha hecho más que postergarlo, pero inevitablemente he caído. Y por ello, os traigo esta entrada hoy. ¡Mi primer cosmético casero! ¡Con cuatro ingredientes y lo que es mejor, que me ha costado cuatro perrillas de ná! XD Con nada que se entusiasma una...




Pero no echemos tan rápido las campanas al vuelo. Os explico. No tengo yo (tenía) ninguna inquietud con hacerme mis propias cremas. Soy mamá trabajadora y el poco tiempo del que dispongo es todo un lujazo para mí, así que intento aprovecharlo bien. Y la verdad, habiendo tanta oferta potinguil a precios asequibles en el mercado, ¿por qué gastar tiempo y esfuerzo en algo que ni siquiera sé si me gustará? Que yo soy muy manitas, pero una cosa son las manualidades DIY y otra usar los productos que haces tú misma en tu cara y cuerpo... en fin, que no.

Pero llegó Saponaria Soaps y su maravilloso desodorante en crema Artic Deo y me encantó. Me duró menos de lo que esperaba, quizá por abuso, porque con el verano tórrido de estas tierras sabe dios que al principio de usarlo no me fiaba un pelo de que no me "abandonara". Pero claro, probadora incansable como soy, probé después el Bálsamo Desodorante de Naay (que era más barato y parecía majete) y no me funcionó igual de bien, puede ser que porque llevaba menos aporte de bicarbonato del que yo necesitaba. Quise volver al de Saponaria, pero eran 10 eurazos. Así que recordé que una amiga de un grupo de WhatsApp nos había comentado que ella hacía su propio desodorante con muy pocos ingredientes y que funcionaba muy bien.

Pues como además soy una curiosa sin remedio, allá que me voy a Internet a investigar. Y encuentro varias recetas, entre ellas ésta:


De maravilla. Y con ingredientes que tenía por casa. Allá que esa misma tarde me pongo manos a la obra. De todos modos, precavidamente, sólo hice la mitad de la receta (igual que con las de las magdalenas, por si no te apetecen tantas) por si el mejunje en cuestión no me convencía.

Así que yo lo hice tal que así:

*Siete cucharaditas de bicarbonato de sodio (usé el de Mercadona, en casa no me falta porque es un básico en los juegos sensoriales que preparo para el peque).
*Cinco cucharaditas de crema corporal. Cogí mi favoritísima, la Mommy Firming Massage Lotion de Shea Moisture, que guardo celosamente para el invierno. Si encima podía usarla como desodorante, ya sería feliz forever and ever.
*Media cucharadita de aceite de coco.
*Dos cucharaditas de maicena.
*Cinco gotas de aceite de cáñamo. Esto ha sido un plus. Lo adoro absolutamente y pensé que, con sus maravillosas propiedades hidratantes y calmantes podría ser un buen contrapunto al "impacto" que hace sobre la piel el bicarbonato (aunque yo no he tenido reacciones adversas nunca... Aunque... Seguid leyendo).

En la receta original advierten que la crema sea lo más natural posible; obviamente si estás haciendo un desodorante casero con la idea de ponerte un cosmético más "natural" es absurdo que la base, la crema, esté llenita de químicos. Ya os he contado las bondades de esta crema corporal, la que adoro. Lo bueno de esta receta es que puedo ir cambiando la crema base y el perfume será diferente cuando me aburra de uno u otro. Por eso elegí ésta, de hecho, me posibilita cambiar dentro de la sencillez que tiene en su elaboración: simplemente hay que mezclar muy bien los ingredientes, siguiendo los pasos de la receta. No tiene más misterio.



Éste fue el resultado. Con la mitad de la receta llené este tarrito, que tiene una capacidad de unos 90 gramos, lo cual está muy, pero que muy bien porque apenas os saldrá por un par de eurillos fabricarlo.



La textura va a cambiar mucho según la crema corporal que uséis como base, pero, sea la que sea, los granitos de bicarbonato serán perceptibles, igual que en los desodorantes comerciales que lo llevan, así que tendréis un desodorante en crema de textura granulosa, arenosa. En este caso, los granitos van desapareciendo a medida que masajeas la crema por la axila y particularmente, a mí no me molestan (ya estaba entrenada del Artic Deo de Saponaria, jajajaja).

Bueno, y diréis, ¿merece la pena liarse la manta a la cabeza con la cosmética casera? ¿Cómo resulta este desodorante DIY?

Pues si os tengo que ser sincera, he tenido que reescribir esta entrada. El entusiasmo me ha durado como una semana, y eso que me encantaba absolutamente cómo me estaba funcionando este cosmético casero.

PERO.

Al llevar bicarbonato protege contra el mal olor y podéis estar seguras de que no os pondrá en un apuro, eso sí. Como os digo, he usado otros desodorantes con bicarbonato y mi piel nunca ha protestado por ello.
A los cuatro o cinco días de usarlo la crema fue cambiando de color. Pasó de ese beige tan bonito a esto:


Primera sospecha. ¿Qué habrá pasado? Pero como ni el olor ni la textura de la crema habían cambiado, pues seguí usándolo sin más suspicacias hasta que una buena mañana me despierto tal que así:



Perdonad por las fotos de la sobaca, pero mirad qué desastre. La piel está hecha una pena. No sé exactamente si ha sido porque la mezcla ha reaccionado de algún modo (aparte de que exudaba algo de aceite, no ha habido cambios ni en la apariencia ni el olor, ni siquiera en la textura) o porque usarlo dos veces al día (como máximo) es "abusar" de él (que lo hacía con el de Saponaria y nunca pasó nada de esto) y eso que la cantidad que me ponía era mínima. La cuestión es que, después de estar más de una semana encantada de la vida usándolo, ahora me encuentro con esto. Ni que decir tiene que mi experimento se ha ido derechito a la basura (Sigh).

Así que nada. Mi gozo en un pozo. Ya decía yo que me había resultado muy sencillo de preparar, muy cómodo y barato. Había trampa... menos mal que al par de días de usar una buena crema reparadora, mi piel ha vuelto a la normalidad, no más rojeces ni picores. Hacía muuuucho tiempo que no tenía una reacción tan heavy con un cosmético... lástima.

*Puntuación Total: 1/5.

Así que ya os digo. Si sois fans de lo natural y lo casero, podéis apañaros un desodorante estupendo y eficaz por cuatro duros, y con ingredientes que probablemente podréis tener por casa. Pero ojo, tened mucho cuidado con las reacciones, no os pase como a mí. Yo he quedado un poco escaldada con esto de la cosmética casera, aunque no descarto lanzarme con algún otro acercamiento a la cosmética DIY cuando se me haya olvidado la decepción... ¡a ver qué hago finalmente! Conociéndome, volveré a intentarlo, seguro...

Pues lo dicho, corazones, si aún tenéis curiosidad y queréis probar, os dejo un enlace con varias recetas, para que elijáis la que más os convenza:






Nada más por mi parte, chicos. ¡Cuidado con los experimentos caseros! Pasad una muy feliz semana y nos leemos en la próxima entrada. ¡Un abrazo muy fuerte!


2 comentarios:

  1. Cualquier cosa de cosmética natural si cambia de color y/o olor. A la basura! Porque seguramente se haya contaminado o hayas alterado el pH de la crema y ésta se haya estropeado.
    La reacción es la típica que sale al bicarbonato en axilas sensibles.

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    1. Sí, menudo chasco! Se me han quitado las ganas de experimentos para una buena temporada. Un besote, linda!

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