domingo, 28 de febrero de 2021

Review: Klairs Midnight Blue Calming Cream




¡A las buenas, muchachada! ¿Cómo estáis? ¡Menudo parón! Diréis. Es que como soy un culo inquieto, de una cosa voy a otra, a otra y a otra... ¡y siempre estoy liada! Echaba de menos el blog pero nunca encontraba tiempo para él... Aunque os prometo dedicarle un poco más a partir de ahora porque siempre que me pongo a escribir reseñas recuerdo lo mucho que me gusta, jajajjaa.

No quiero que suene a tópico, pero que el confinamiento (y la pandemia en general) nos ha afectado a todos los niveles no es ningún secreto... en mi caso mi piel tuvo una racha bastante difícil, con brotes de acné continuos, irritación y sensibilidad, rojeces... una pena. Estoy acostumbrada a tener granitos puntuales y casi siempre por temas hormonales, pero aquello ya no era normal... os conté en aquella ocasión que durante semanas la traté sacando el arsenal de mi armario potinguil y la verdad es que, según ha ido pasando el tiempo y todo se ha ido relajando, el aspecto de mi piel ha mejorado muchísimo.

Llamadlo estrés, nervios, hormonas, como queráis... la cosa es que los problemas y el mal aspecto general ahí estaban y había que hacer algo para aliviarlos y suavizarlos. Y la reseña que hoy va sobre un producto que descubrí tardíamente pero que ha resultado un complemento perfecto para tratar mi piel en "tiempos de crisis".


Sí, se trata de la famosa Midnight Blue Calming Cream de la marca coreana Klairs. Creo que es lo primero que uso de ella.

A veces, tantas y tantas buenas (y sinceras) opiniones son el indicativo seguro para pensar que un producto es bueno y que funciona bien. Luego, claro está, son las particularidades de cada piel, pero bueno. Cuando el río suena...

Esta crema nunca me había llamado la atención porque, realmente y hasta ahora, mi piel no había sufrido tantos y tan variados problemas en tan poco tiempo. Nunca (o al menos, no por sistema) he tenido que recurrir a productos específicos para piel sensible o muy sensible. Sin embargo, estas nuevas situaciones a las que hemos estado expuestos hicieron lo impensable y nunca pensé que mi piel sufriría tanto al respecto.

¿Y qué podía hacer? Os conté que usé productos como la Greenpair de Nacific o el Spot Serum de Skinmiso. Incluso el serum Snail Truecica de Some By Mi (que es fabuloso y que ha devuelto a mi piel su antiguo esplendor). Pero necesitaba algún cuidado más de cara a la rutina nocturna, porque todas las cremas/aceites que usaba me resultaban muy incómodos y pesados.

Entonces ella llegó a mi vida en forma de promoción de Miin Cosmetics.

A ver. No tengo nada en contra de Miin, pero acostumbrada como estoy a comprar directamente a Corea (cuando se podía, ahora es prácticamente una Odisea), me parece que se cuelan bastante engordando los precios. Y bueno, acostumbrada también como estoy a los detallazos de Planet Skin, para ser mi primer pedido no se alargaron mucho con las muestras. En fin. Como que me quedé un poco que Ni Fu Ni Fa pidiendo con ellos.


Éste fue el pedido. Llegaba el día de la madre y me sirvió como autorregalito. Esta crema no es precisamente muy económica, el tamaño de 30 ml ronda los 25 euros. Aquí la conseguí por 21, que no está nada mal, y 30 ml cunden muchísimo en una crema de tratamiento. La complementé con unas mask sheets de la misma gama y otras que me llamaron la atención (adoro las de burbujas).

Pues bueno. Empecé a usarla casi inmediatamente y aquí os dejo mis impresiones, meses después.




La crema Midnight Blue Calming Cream de Klairs se nos presenta en una caja de cartón negro brillante, con serigrafía de color blanco. El diseño de los productos de Klairs es bastante austero teniendo en cuenta la estética sweetie y kawaii que suele predominar en la cosmética coreana.


Dentro de la cajita encontramos un tarro de cristal oscuro, muy sobrio y de tapón a rosca. Me recuerda a producto de farmacia antigua, un poco a los de Kiehls. El envase tiene una capacidad de 30 ml y viene con tapa protectora (que siempre quito).


Lo primero que llama la atención de esta crema es su aspecto, es de este bonito color azul. De ahí lo de "Midnight Blue". Pero tranquilas, no os dejará la cara azul.

Esta linda cremita está indicada para "pieles sensibles o con irritaciones". El bonito azulito de su color se lo debe a uno de sus ingredientes, el guaiazuleno, ingrediente vegetal que se extrae de la camomila y que posee efectos calmantes y regeneradores.


Una de las mejores cosas de comprar cosmética coreana en tiendas españolas es que todas las etiquetas están traducidas, si no al español, al menos al inglés. A mí me resulta un alivio, sobre todo en lo que tiene que ver con la lista de ingredientes. Miradla ahí arriba. Y aquí abajo os dejo el ánalisis de Cosdna más reciente:


Como primeros ingredientes, la glicerina y el ácido hialurónico. Después, un buen aporte de centella asiática, manteca de karité y aceites de argán y jojoba. Después lleva ceramidas y más extractos naturales. El guaiazuleno, que le da ese bonito color azul, está casi al final junto a los péptidos; aunque tiene efectos calmantes similares a los de la alantoína, está muy al final de la lista de ingredientes. Lo que funciona de verdad en esta crema no será él, sino más bien la centella asiática...


Como os decía, tarro de cristal de 30 ml con tapón a rosca y diseño sobrio y sencillo. 


Éste es el color de la crema propiamente dicho. El azul es un color frío asociado a la quietud y la calma, no es casualidad que lo hayan elegido para una crema cuya función principal es "calmar" las pieles sensibles y reactivas.



¿Y cómo es ella? Pues os digo que las buenas críticas están muy bien merecidas. Es una crema que puede parecer pesada de entrada, pero nada más lejos de la realidad. Tiene un olor entre medicinal/herbal que quizá no es su punto fuerte, pero que tampoco es ni molesto ni intenso.

Se extiende muy fácilmente y se absorbe bastante rápido, dejando la piel muy cómoda. Está indicada para cualquier momento de las rutinas del día (según leí en Miin, donde la compré) pero yo la he usado exclusivamente como punto final a mi rutina nocturna y en estos malos tiempos de piel rebelde, apagada y estresada.

Pues dejadme deciros que noté sus buenos efectos desde la primera vez que la usé. Es excelente para tratar rojeces provocadas por los brotes de acné, y esa mañana tras su primer uso me levanté con el rostro muy confortado, sin grasa y sin más granitos nuevos. Creo que hasta me ha controlado los brotes de acné durante esos días, porque mientras he estado usándola, a pesar de que mi piel seguía sensible, no volví a ver aparecer ningún grano más de ésos malévolos que se inflaman y duelen.

Así que, chicas, como crema calmante y de cuidado para la piel reactiva/sensible/con tendencia acneica/en pleno brote de acné viene genial. Ahora, que la "crisis" ha pasado, sigo usándola, intercalándola con mis queridos aceites, y sigo viendo buenos resultados: trata la piel con cariño, es muy respetuosa y realmente cumple lo que promete.

*Puntuación Total: 5/5.

Pues sí, una crema que se va derechita a mi arsenal de cuidado diario/productos a usar cuando hay alguna crisis en mi piel. A pesar de no ser muy low cost, os aconsejo muy mucho invertir en ella porque realmente es una buena crema si sufrís este tipo de problemas. La mía, nueve meses después, está prácticamente finiquitada y creedme que en cuanto encuentre otra promo como la de Miin, volveré a comprarla porque realmente me ha sido muy, muy eficaz.

¿Qué pensáis vosotros? ¿Conocíais esta cremita azul? 

Por mi parte nada más, corazoncetes... espero que esta reseña os haya entretenido y, sobre todo, informado. Un abrazo muuuy fuerte para todos y nos leemos en la próxima entrada. ¡Sed Felices!