¡Buenas tardes, corazones! ¿Cómo os va todo? Espero que muy bien, ¡disfrutando de vuestro tiempo como más os guste!
Como buena entusiasta de la cosmética coreana, practico la doble limpieza. Pero no sólo por la noche. Creo que una limpieza concienzuda (y más teniendo la piel grasa/mixta como yo) es algo básico en toda rutina de cuidado diario, así que también la practico por la mañana.
Mis formatos favoritos para los limpiadores son los geles, las espumas y las cremas foam, las que se transforman en espuma con el masaje. Los limpiadores que menos uso son las aguas micelares y también las cremas/leches limpiadoras, aunque últimamente estoy probándolas también.
Pues de eso vengo a hablaros, de la reseña de una crema limpiadora, la Misa Yei Hyun de Missha.
Éstas son las fotos oficiales del producto. La línea Misa Yei Hyun se basa en recetas tradicionales coreanas, que contienen ingredientes botánicos orientales. No creo necesario hablaros de la marca, Missha, que constituye todo un baluarte dentro de la cosmética coreana en nuestro país.
Dentro de la misma línea tenemos todos los productos de la rutina de tratamiento: limpiadora en aceite, en crema y en foam, tónico, emulsión, contorno de ojos y crema de tratamiento. Tengo el contorno de ojos guardado pero aún no me ha dado por usarlo, al ser en formato tarro me da algo de pereza porque prefiero los que son de tubo, mucho más cómodos e higiénicos a la hora de usarlos.
Esta línea está orientada al cuidado anti edad, ejerciendo efectos de hidratación profunda, nutrición y revitalizando la piel gracias a sus ingredientes tradicionales, entre los que destaca el pino japonés, la amapola silvestre, el loto sagrado, la raíz de angélica o la de campanilla. El packaging sigue el diseño de los antiguos cosméticos de las dinastías orientales y sus líneas son sencillas pero muy elegantes. En la Misa Yei Hyun, los tonos que se utilizan son los rosados, violetas y plateados.
La crema limpiadora Misa Yei Hyun se presenta en una caja de cartón con la misma serigrafía plateada en coreano que el bote. Al ser un producto comprado en una tienda española, tiene por detrás una etiqueta con los ingredientes traducidos al inglés.
El bote es de plástico muy blandito, con ese precioso y detallado tapón a rosca (que es lindo pero poco práctico) que veis debajo. Tiene una capacidad de 200 ml, que cunde bastante por lo que explicaré un poco más abajo.
Aquí está la lista completa de ingredientes traducida como os he dicho unas líneas más arriba. Lo primero que tengo que decir que, a pesar de que se venda como limpiador "con extractos herbales orientales" (que los tiene, sí) lo primero que hay que destacar en la lista de ingredientes es el aceite mineral, que es el primero después del agua.
Con este ingrediente me pasa un poco como con los sulfatos en los champús. No son santo de mi devoción, quisiera evitarlos pero, si los uso finalmente, hay que destacar que es porque el tiempo de exposición en la piel/cabello es mínimo y luego el producto se aclara, así que no se absorbe o lo hace sólo en una cantidad ínfima.
Pues eso. El ingrediente principal de esta crema limpiadora es el aceite mineral. Tras él, hay un aporte de químicos inofensivos y dos más con riesgo 3 de la EWG (propylene glycol y ethyl hexanediol).
Tras ellos tenemos un interesante y amplio aporte de ingredientes y extractos naturales, comenzando por el pino japonés, la amapola, loto sagrado, extractos de raíces como la angélica, la campánula, el cnidium y el hilo de oro chino; después, añadimos extractos del fruto de la forsitia, del bulbo de la fritillaria (una especie de azucena asiática), el extracto de raíz de regaliz o el fruto de la gardenia. A estos les añadimos el extracto de jengibre, el de verdolaga, la miel y el aceite de macadamia entre algunos otros más que están casi al final.
Y después volvemos a tener un aporte químico, entre el que se incluye la dimeticona (silicona) e ingredientes que oscilan entre los riesgos 1 y 2 según la clasificación de la EWG. También al final está el extracto de las semillas de cacao, el phenoxyethanol y por último, el perfume.
Pues lo dicho. Si no os importa usar limpiadores con base de aceite mineral como a mí, éste tiene un montón de ingredientes interesantes.
La textura es bastante fluida sin llegar a ser líquida, y se dispensa muy bien apretando un poco el tubo. Con muy poquita cantidad tenéis más que suficiente para cubrir todo el rostro, por lo que os durará bastante. Tiene un color amarillo muy pálido y un olor floral muy suave. Es una crema limpiadora, así que no hace espuma. Se masajea por la cara haciendo círculos y tradicionalmente estas cremas se retiran en seco. Por mi parte, la uso como primer limpiador, y prefiero retirarla en húmedo y después continuar con el siguiente paso de la rutina, que es el limpiador en espuma.
Y la verdad es que funciona muy bien. Arrastra la suciedad muy suave pero eficazmente, al ser fluida se extiende y masajea muy cómodamente y el aroma es muy sutil, así que es muy agradable de usar.
*Puntuación Total: 3/5.
Me ha gustado, sí, pero creo que debe haber opciones que me convenzan más que ésta, sinceramente. Es muy correcta, deja la piel muy bien, pero no me ha terminado de convencer del todo: quizá por su aporte químico, quizá por el uso del aceite mineral, por el tapón a rosca, que muy cómodo para usarlo no es... por lo que sea, pero en general me ha dejado un poco indiferente a pesar de ser buen producto.
Tendré que ponerme más al día en cuestión de cremas limpiadoras, bálsamos y demás... como no son mis texturas favoritas, cuando deseo variar de las espumas y los geles y buscar alguna alternativa, me encuentro, de entrada, un poco perdida... en fin.
¿Qué pensáis los que habéis usado esta crema limpiadora de Missha? ¿Os gustó como a mí... pero no os llegó a encantar? ¿Usáis cremas o bálsamos limpiadores en vuestra rutina?
Pues nada más corazones... si queréis contarme algo al respecto, ¡no dudéis en comentar! Espero que os haya gustado la entrada... ¡sed muy felices y nos vemos en la próxima! Un abrazo fuerte.
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