domingo, 28 de octubre de 2018

Review: Himalaya Botanique Walnut & Wood Apple Exfoliante Facial



¡Buenas tardes, muchachada! 
Oficialmente se acabó el calor... Tengo ganitas ya de que refresque un poco, la verdad. Aunque el frío no me va mucho, que el calor se alargue demasiado agota... ¡con lo bonito que es el otoño! Colores, sabores, olores... diría que es mi estación favorita.

En la reseña de hoy os "presento" un producto que he probado dándole otra oportunidad a la marca, Himalaya. La mascarilla de pepino y almendra me resultó tan, tan mala, que estaba muy reticente a probar nada más... pero bueno, como mis pataletas cosméticas duran eso, lo que una pataleta, decidí filtrar mejor mi selección y he optado por un exfoliante facial para reponer el que he acabado de Kueshi (y que no está mal, aunque no me enamoró).




Os cuento un poco sobre la marca. Himalaya fue fundada por el señor Manal, allá en la India, tras un viaje a los bosques de Burma y ver cómo los lugareños calmaban a los elefantes con la raíz de una planta llamada rauwolfia serpentina. Se propuso investigar los efectos de dicha planta y, con la ayuda de su madre, dio nacimiento a la marca.
Himalaya es una marca con una trayectoria de 85 años de experiencia y presencia en más de 90 países. He visitado la web estadounidense y describe la marca diciéndonos que ofrece soluciones herbales con ingredientes certificados para las diferentes necesidades del cuerpo, aunando la ciencia moderna con el poder de las plantas.




Pues estupendo. Como curiosidad, continué navegando por la sección de "BestSellers" y curiosamente, cuatro de ellos son cápsulas con remedios para diferentes estados: cuidado del hígado, antiestrés, un complejo para ayudar a conciliar el sueño y el Turmeric 95, que ayuda a las articulaciones y a mejorar la circulación. El quinto producto más vendido es la pasta de dientes de neem y granada.

Así que ninguno de sus más vendidos es de cuidado facial ni corporal. Bueno...


En fin. Como os digo. Tenía que reponer el exfoliante facial y elegí éste, de la línea Botanique (que es la más natural según he estado investigando) y la única que se ofrece en la web estadounidense después de las cápsulas de complementos alimenticios.
Entiendo por qué es así. Os conté en Instagram que la mascarilla de pepino y almendra tenía varios ingredientes malos y que era un horror cómo dejaba la piel (aparte de lo que dolía cuando te la quitabas, menudo chasco de mascarilla peel off), así que los muchachos de EEUU se han curado en salud y han filtrado lo mejorcito de la marca. No les culpo.


La caja es muy bonita por fuera, de cartón reciclable, y el frasco también, un plástico irisado muy lindo. Está pensado para dejarlo boca abajo y es cómodo de usar. Trae 150 ml y su precio ronda los 7/8 euros. Aunque en Primor tienen algunas cosas de la marca, éste lo compré en Iherb (sigh). Lo podéis encontrar en Amazon y en Ebay.


Os fotografío la lista de ingredientes, pero por si acaso no la veis bien, la copio de la web estadounidense para que la podáis cotillear mejor:


Me gustan un montón los ingredientes. Las partículas exfoliantes están hechas de cáscara de nuez y de "wood apple", o Limonia acidissima, un fruto originario de la India. Tenemos extracto de amla, calabaza china (winter melon), membrillo de Bengala (Bael tree), mejorana, jengibre, canela, neem, patchouli... no lleva parabenos, SLS, ftalatos ni gluten, colorantes ni fragancias artificiales, y además, no está testada en animales.

Hasta aquí, todo perfecto. Formulación y precio.


Ésta es la textura del exfoliante facial. El color es un beige avellana y es bastante fluido. Se aprecian bastante bien los granitos de la cáscara de los frutos.



Pero no es un grano muy denso, como podéis ver son pocos gránulos y muy dispersos, por lo que he comprobado que no realizan su función con eficacia. Eso sí, la piel queda muy, muy luminosa tras usarlo, como que la "blanquea", e increíblemente suave. Yo diría incluso que aporta bastante hidratación.

Y otro punto que tengo que reseñar es el olor. No os esperéis un olor delicado ni suave. Qué va. Si sois algo maniáticas con los olores (como yo, y eso que me gustan casi todos: cítricos, herbales, orientales, dulzones, etc, etc), tened cuidado con este producto. El olor es MUY, pero que muy intenso. Muy a hierbas, pero sobre todo, MUY A JENGIBRE. 

Soy repostera aficionada y sé de sobra que, cuando usas jengibre en pastelería, tienes que andar con pies de plomo. Es un sabor tan intenso que puede dar al traste con los otros si te pasas un poco y al final, todo sabrá igual. Además, y por si no lo sabéis, el jengibre es picantísimo. Este olor es un poco picante también. Así que os aviso. Si no sois fans de los olores potentes, no os arriesguéis con este scrub.

*Puntuación Total: 2/5.

Que sí, que sí... que la formulación y el precio son buenísimos, pero entre el olor tan fuerte y esos gránulos tan escasos pues qué quiere usted... no me parece un exfoliante "de cabecera" ni adecuado para repetir con él. Me resultan más eficaces los de grano mucho más fino y abundante, como el de Naobay (love total) o incluso el de Kueshi a pesar de que la fórmula patinara un poco.

Pues la verdad, una reconciliación con Himalaya un poco a medias... me he quedado con ganas de algo que me resultara más eficiente. A ver qué descubro la próxima vez (dentro de la línea Botanique, ¿eh? Eso lo tengo clarísimo).

¿Habíais usado algo de esta marca? Es muy famosa en Asia por lo que se ve...

Nada más por el momento, corazones. Espero que os haya gustado la entrada. Un besote muy gordo y ¡feliz entrada al Otoño Oficial, con sus olas de frío y todo! Nos vemos en la próxima reseña.

No hay comentarios:

Publicar un comentario